Crónica de un Día Electoral

7:30 am la alarma suena, molestosa e insistente como siempre, solo que ahora fui mas madrugador que ella, todo se encuentra tranquilo y en paz, una típica mañana de domingo, prendo el televisor y le pongo a las noticias, ya veo las primeras noticias sobre la jornada electoral. 

Salgo de mi casa decidido, dispuesto a ejercer mi derecho al voto, seguro de por quien voy a votar, atrás han quedado casi 3 meses de campaña, miles de spots, millones de comentario sobre todo en la Internet, ya todo se ha dicho, solo quedan nuestro voto y nada mas.

Sigo caminando rumbo a mi casilla, no tuve necesidad de buscarla en la red, desde que tengo uso de memoria ha sido colocada en el mismo lugar, y como olvidarlo, si es de mi kinder de lo que les hablo, pero...¿Y si este año si la cambiaron?, comienzan mis dudas, - debí revisar - pienso mientras sigo caminando, - "No, no, es poco probable".

Continuo mi camino, todo parece tranquilo, si acaso un poco mas de gente en las calles de lo normal, pero nada extraordinario,.. de pronto, siento un enorme hueco en el estómago - ¡Mi Credencial! la he olvidado - exclamo mientras golpeo mi frente - No, aquí traigo mi cartera, y nunca la saco, pero ¿y si la perdí - saco la billetera y la veo aun en su lugar, me pregunto si habrá mucha gente, si tendré que formarme o pasaré rápidamente, a quién me encontraré o si ya habrá ido el resto de mi familia, tal vez los vea por ahí.

El cielo comienza a cambiar de tono y la lluvia amenaza con aparecer, pero no me preocupa, para eso traigo mi paraguas, no quiero llegar empapado a las urnas, puedo mojar la boleta y cancelarían mi voto... me pongo a pensar en toda la gente que no podrá votar por no tener credencial o no haberla cambiado, afortunadamente la mía no es 03...¿o si?, ¿que tal que si es 03 y no me di cuenta?, bueno en realidad nunca la revisé adecuadamente, saco nuevamente mi billetera, no puedo creerle, y ¿si es 03 que haré? creo que nunca he cambiado mi credencial, es más, pueden dudar que sea yo...¡No!, no es 03 y si me parezco aun, puedo votar tranquilamente.

Ya no estoy tan seguro por quién votar, todos dejan mucho que desear, todos tienen cola que les pisen, pero ¿quien no?, aun así no lo se, ¿será bueno que gane mi candidato o debe hacerlo el otro? no quiero en un par de meses o años recordar que mi voto llevó al poder a la persona incorrecta. Pero ya es tarde para eso, ya tomé una decisión y debo ser firme, y más a unas cuadras del voto.

Doy vuelta en la calle donde se encuentra instalada la casilla, estoy a punto de entrar, los nervios me recorre el cuerpo, mi segundo voto por un presidente, espero ahora si gane el candidato por el que votaré, me pregunto que debo hacer, a quien darle mi credencial, hubiera traído mi propio marcador, la poca gente en la casilla me hace dudar, debí haber venido con mi familia, mejor me regreso, nooo, ya estoy aquí, espero no equivocarme.

Una señora me observa en la puerta, no me quita la vista de encima, volteo para ver si es a mi a quien ve o a otra persona, pero soy el único rumbo a la casilla y me pregunto - ¿Por que me ve?, ¿acaso debo darle a ella mi credencial o que me pedirá?, ¿Quien será?, ¿Cuál será su función y por qué me observa con esa extraña sonrisa? - por fin he llegado, la señora me pide mi credencial, la revisa y me manda con otra mujer, -"Es de los tuyos" - le dice - "Es R". La segunda mujer me manda a otras urnas, "Es que estas son locales, pero en este salón están las federales" - me comenta - "En cuanto termines aquí, regresas conmigo". 

Otro señor me pide mi credencial y me da 3 boletas, me dirijo a la casilla, espero a que salga cualquiera de las 2 personas que hacen uso de ésta, sale uno y ocupo su lugar. Ya en la soledad de mi urna, aislado de todo y todos, me tomo un momento revisando las boletas, seis años han pasado desde la última vez que estuve en una situación parecida, y no han cambiado en mucho las cosas, tomo el lápiz y marco con una cruz  mi elección, lo hago con cuidado, no quiero salirme y que anulen mi voto, firme, pero sin ser rudo evitando romper el papel, paso de senadores a diputados y por último la de presidente. Ya casi termino mi participación, doblo las boletas, me dirijo a las urnas, espero no poner la boleta en un urna equivocada, veo una y dos veces el color, la gris con la gris, la morada con la morada y la café con la café....¡Esta Hecho!, salgo orgulloso, con la marca de mi voto en mi pulgar....¡¡¡He Votado!!!